Una mirada hacia otro lado al pasar junto a una persona que vive en la calle.
Una lucha por sobrevivir en un trabajo precario.
Una actitud de enfado y enfrentamiento hacia cualquier persona diferente a una misma.
La competitividad, el individualismo, el enfrentamiento entre personas, esa rabia que genera el ser un eslabón cualquiera en
esta cadena de malos tratos.
Cualquiera de estas situaciones podría ser la guerra del ser humano en lo más profundo de sí mismo, como reflejaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano en sus textos “Guerra de la calle, guerra del alma”.
La creatividad, el juego, la conexión entre personas, la construcción en equipo, en comunidad…, pueden llegar a vencer las pequeñas o grandes guerras que cada persona lleva dentro y contribuir a detener en alguna medida las que se libran fuera.
Y en eso estamos, porque la PAZ debería comenzar JustaMente Ahora.